Habana Réquiem
Vladimir Hernández.
Nació en el reparto habanero Vedado. Cursó estudios en el Instituto Preuniversitario José Martí (Habana Vieja), y más tarde una carrera de Ingeniería en la ISPJAE. Antes de convertirse en autor de novela negra, Vladimir Hernández escribió relatos donde mezclaba los temas de género negro, tecnología y ambiente cyberpunk.
Publicó en Cuba los libros “Nova de cuarzo”, “Hipernova” y la antología temática “Onda de choque”. En 2000 viajó a España y se afincó en Barcelona.
Su debut en la novela negra centrada en la Cuba más actual fue con la vertiginosa novela “Indómito”. Publicación que le valió el X Premio L’H Confidencial de Novela Negra en 2016. Una obra que ha sido muy bien recibida por la crítica y los lectores debido al novedoso enfoque genérico.
Habana Réquiem es nueva novela. Una historia ambientada donde Cuba es la principal protagonista. Los protagonistas tendrán que resolver los oscuros secretos que se esconden tras un presunto suicidio, un violador en serie y el cadáver de un joven relacionado con las drogas de diseño.
ARGUMENTO HABANA RÉQUIEM
Un palpitante fresco criminal y policiaco de La Habana más actual.
La Cuba de Raúl Castro se tensa en medio del panorama de recesión. El último bastión del socialismo histórico en Occidente intenta maniobrar con un falso aperturismo económico. Pero la mentalidad insular ha cambiado y el ciudadano de a pie ya no parece tan dócil como ha sido durante el último medio siglo. La marginalidad, reemergida desde los años 90, amenaza con alcanzar su masa crítica.
En la Mazmorra, unidad de policía del hacinado distrito de Habana Vieja, los oficiales de la Policía Nacional Revolucionaria, la famosa PNR, intentan enfrentarse al naufragio social, pero los propios agentes de la Ley, precarios diques de contención, actúan lastrados por sus miserias humanas. Un presunto suicidio, un violador en serie, y el cadáver de un joven negro relacionado con drogas de diseño, son los puntos de partida argumental de Habana Réquiem.
Tres tenientes de la Mazmorra. El veterano Puyol, la arribista Ana Rosa y el expeditivo Eddy. Los tres serán los encargados de llevar esas investigaciones a buen destino y contra reloj. Cada uno de ellos emplea métodos diferentes, pero todos comparten una máxima emblemática: “Ser un buen poli implica ensuciarse las manos”.