La cajita de rapé Javier Alonso
Misterio histórico.
Es licenciado en medicina y cirugía, y diplomado en cooperación internacional.
Ha ejercido durante más de una década como profesor de salud pública, epidemiología y educación sanitaria, además de trabajar como redactor, corrector y editor de textos científicos.
Compagina su actividad docente con su pasión por la literatura, la historia (mantiene desde hace años Cita en la Glorieta, blog colaborativo de historia y literatura).
Compone sus propias canciones que lleva a los escenarios en solitario o acompañado de una pequeña banda acústica.
“La cajita de rapé” es su primera novela. Misterio histórico donde el inspector Benítez se adentrará en el Madrid del siglo XIX.
ARGUMENTO LA CAJITA DE RAPÉ JAVIER ALONSO
España, 1861. Tras un cuarto de siglo como policía, José María Benítez, al frente de la comisaría de La Latina, ve al alcance de su mano el prestigioso puesto de inspector jefe de Madrid. Sin embargo, sus ambiciones personales quedan relegadas cuando en la casa de los Ribalter, una adinerada familia de su distrito, aparece muerta una criada. El crimen, que en un principio parece explicarse por un móvil económico, se complica cuando, en el transcurso de la investigación, comienzan a aflorar secretos familiares que vienen de muy lejos, de la isla de Cuba, donde el señor Ribalter amasó su fortuna.
Mientras José María Benítez y Ortega, su nuevo ayudante, un joven abogado malagueño sin experiencia policial, tratan de esclarecer este caso, que se complica a pasos agigantados, Madrid vive expectante la inminente apertura de Cortes. La ilusión de unidad con la que se ha combatido al imperio marroquí se ha desvanecido y en la Unión Liberal, liderada por el general O’Donnell, comienzan a sonar las primeras voces disidentes a raíz de la conducta del Gobierno con los campesinos andaluces condenados por la sublevación de Loja..
Benítez tendrá que enfrentarse a sus demonios personales y poner a prueba su integridad ante la cara más miserable del poder.
PERSONAJES
JOSÉ MARÍA BENÍTEZ es un maduro policía cesante que en el otoño de 1858, poco después de que el general O’Donell forme gobierno, recupera su puesto de trabajo al frente de uno de los distritos más conflictivos de Madrid, el de la La Latina. Cerca de cumplir los 53 años, Benítez se refugia en el trabajo para tratar de ahuyentar a los muchos fantasmas que le acosan desde que, tras la revolución de 1854 aceptó el puesto de secretario del Gobierno Civil de Badajoz.
FONSECA es la mano derecha de Benítez. Cincuentón, en pésima forma física y sempiterno soltero, es un hombre contento con las cartas que le han tocado en suerte en la vida. Las rosquillas de anís que suelen albergar los bolsillos de su gabán han apaciguado en más de una ocasión a la Ratona, el molesto inquilino que roe el estómago del inspector Benítez desde hace unos años. Ha ocupado los últimos meses el cargo de secretario de la inspección, pero, contra lo que podría esperarse, es el que mejor acogida brinda al joven que viene a desplazarle del puesto.
ORTEGA MORALES es un joven abogado malagueño sin experiencia policial que acaba de ser nombrado secretario de la inspección de La Latina. Encarna una de las caras de la política que Benítez más detesta: el nepotismo. Pese a que su nombramiento se deba a altas influencias, Benítez es seducido muy pronto por su buena actitud, laboriosidad e inteligencia y, aunque termine lamentando su decisión, le permitirá participar de lleno en la investigación que se narra en La cajita de rapé.