Reseña El Universo dormido
Por: Edición Original.
ARGUMENTO
Adrián Barroso es un periodista que tras realizar una investigación de corrupción política decide acabar con su vida.
Un año después de su muerte, su tío Mario Barroso, investigador privado, se ocupará de terminar el trabajo que su sobrino tenía entre las manos.
Barcelona se convierte en testigo y víctima de los planes que han tramado un grupo de personas a los que no les importa nada ni nadie. Salvo ellos mismos.
Mario, no es consciente de las piedras que se encontrará en el camino y de cómo afectarán a su vida y a la de las personas que lo rodean y deciden ayudarle.
Comienza un nuevo Universo. Un Universo dormido del que tendrán que despertar antes de que acabe con todos.
RESEÑA EL UNIVERSO DORMIDO
Hay ocasiones en las que cae en mis manos una novela que no sé muy bien por dónde me ha venido y de la que no tengo referencia alguna. Disfruto en esas ocasiones. No tengo expectativas y como no conozco al autor, no me puede defraudar. Mi imaginación puede vagar libremente y relajarme con la lectura.
Ha sido el caso de El Universo dormido. Lo interesante es que no me ha dejado relajarme demasiado. Todo por culpa de su trama que me ha sorprendido y entusiasmado a partes iguales.
A pesar de que al grupo de personajes les falta un pelín de cocción, y digo esto porque no ha habido ningún personaje que me despertara una atracción desmedida, en una visión grupal de todos, el resultado es correcto.
Mario, el principal protagonista se pierde un poco por el camino al ser un tanto reiterativo y escupir tantos tacos. Algo que no hace falta para dar credibilidad a sus origines. Aunque esto no quiere decir que no se trate de un buen personaje. Porque lo es. Le falta que Iván le de un poco más de cariño y sea capaz de otorgarle ese carisma necesario para soportar el peso no solo de una novela, sino de varias, ya que El Universo dormido es tan sólo el volumen I.
Siempre he mantenido que en una historia el villano debe ser más atractivo que el héroe. En esta ocasión se cumple, pero con matices. Un buen villano tiene que crear una empatía con el lector, aunque defienda las locuras más indefendibles. Nuestro antihéroe no ha sabido sacar partido del todo a la cantidad de buenos ingredientes con los cuenta el personaje.
Creo que el autor ha querido dar a sus diálogos veracidad. Dotarlos de realismo y naturalidad. Y eso le han hecho perder un poco de teatralidad. Ya sabemos que los extremos no suelen ser buenos. Un poco más de equilibrio entre ambos aspectos hubiera quedado más jugoso.
A pesar de estos detalles mejorables de la novela, tengo que situar la trama que Iván Albarracín ha construido en lo más alto de podio.
Una trama que hace que la novela sea una locura. Un entramado de corrupción, muerte y venganza digno de cualquier best seller que se precie, con brillantes revelaciones y sorpresas que te dejan helado. Cuando piensas que ya no puede haber más explosiones, te cae una bomba por donde menos la esperas.
Una crítica muy entretenida del momento político que se vive en nuestro país y más concretamente en Cataluña, donde más de uno no podrá evitar hacer comparaciones e identificar el ascenso tan fulminante que vive un partido dentro de la novela con el que ha tenido otro en la realidad.
Por cuestiones de tiempo, suelo leer un libro a la semana. “El Universo dormido” ha caído en tres días. Síntoma irrefutable de que se trata de una lectura compulsiva, a pesar de que la encuadernación no ayuda lo más mínimo.
Una buena novela negra donde encuentras acción, asesinatos y mucha intriga. Te sumerges en un mundo de corrupción, prostitución y esperanza, donde la confianza en la persona que tienes al lado será la única arma valida para hacer frente al desastre que se avecina. Sólo me queda esperar, eso sí, con muchas ganas a que llegue el volumen II. Lectura muy recomendable.