Reseña La habitación en llamas
Por: Edición Original,
ARGUMENTO
La muerte de un mariachi a consecuencia de una bala que llevaba incrustada diez años en su columna abre una nueva investigación.
Harry Bosch está a punto de jubilarse, tan sólo le queda un año de servicio y tendrá que andarse con cuidado si no quiere que el departamento lo sancione y se quede sin su compensación final.
Bosch que pertenece al departamento de casos abiertos, será el encargado junto con su nueva compañera Ludía Soto, de buscar al responsable del disparo que truncó la vida del mariachi.
Ambos harán frente a una investigación con alta carga política y que a medio camino se verá las caras con otro caso sin resolver con la muerte de nueve niños, veinte años atrás.
Una lucha en busca de la verdad, donde los secretos y las conspiraciones se han ocultado durante muchos años.
RESEÑA LA HABITACIÓN EN LLAMAS
Bosch sigue vivo después de más de veinte novelas. Concretamente La habitación en llamas corresponde a la entrega 21 (no se han traducido todas). Y aún goza de buena salud, aunque con algún achaque como consecuencia de la edad.
No es que la novela no sea buena. Desde luego lo es, pero no es la mejor. Ni de las tres mejores, ni de las diez mejores.
Es un ejemplo de que a veces tropezamos y nos volvemos a poner en pie. La novela es la entrega anterior a Del otro lado, aunque en nuestro país se haya publicado al revés.
Mientras que La habitación en llamas sería el resbalón, Del otro lado sería el ponerse en pie, muy erguido y con la cabeza bien alta.
Puedes leer la reseña Del otro lado
.
En esta ocasión Harry Bosch unirá fuerzas con Lucía Soto, una detective llegada nueva al departamento que carece de experiencia. A pesar de que la pareja mantiene una buena relación de compañeros, le falta chispa. La veteranía de Bosch hace que todo el peso del caso recaiga sobre sus hombros y Soto hace de muleta para sortear determinados recovecos a los que el detective le cuesta más trabajo llegar.
Él está más aséptico que nunca y ella está demasiado verde. En todo. El caso principal se entrelaza con un caso que afecta directamente a Soto, muy directamente. Sin embargo ella no es capaz de sacar a flote sentimientos básicos ante un hecho así.
Y por ahí es por donde se encamina mi principal crítica al libro. La falta de emoción.
Connelly vuelve a dar muestra de que es un experto en la materia y que se maneja como nadie en los temas policiales. Estoy absolutamente convencido que conoce más detalles de ese mundo que cualquier agente de policía de Los Ángeles. Pero…
¿Qué ha sido de la tensión? ¿Dónde se escondió el vértigo?
.Y es que en La habitación en llamas nos costará un poco encontrarlos. Sí encontraremos una buena investigación policial, bien construida y bien desarrollada. Pero nos falta esa adrenalina que la habría convertido en una fantástica historia.
La trama cuyo base radica en el poder y la corrupción americana entretiene y al mismo tiempo te hace ver que el ciudadano de a pie no es nadie. Y en Estados Unidos aún menos. Si sumamos que Connelly la ha aderezado con un sabor latino, supongo que para acercarse a ese público que ya no es minoría en el país, nos queda una novela correcta. A destacar el final. Esas últimas dos páginas tienen más efecto que todo el libro.
En definitiva, una “nueva” historia de Harry Bosch, que aunque no esté entre las mejores, no deja de ser una oportunidad para disfrutar de Connelly y de toda su maestría. ¿Recomendable? Absolutamente para todos los que somos seguidores de Bosh. Para los que no hayan leído nada de él, recomiendo empezar con otro libro. Si no sabes cuál puedes leer este artículo donde te detallo todas las novelas de la serie de Harry Bosch y cuáles son las mejores.