Tres minutos de color
Pere Cervantes.
Nació en Barcelona en 1971.
Diagnosticado por quien bien le conoce como un tipo nostálgico, tozudo por vocación y soñador, lleva casi veinticinco años pateando las calles de este país con una placa en el bolsillo, una pistola en la cintura y una mirada en modo grabación que le sirve, de primera mano, para crear sus novelas.
Es lo que se conoce en el argot policial como un miembro de «la pringue».
Afirma que se licenció en la carrera errónea, que en esa época no existía la licenciatura de narrador de historias, y que su experiencia de tres años en los Balcanes como observador de paz de la ONU le enseñó que la hostilidad, al margen de etnias y religiones, suele atemperarse con la lectura.
Es autor de “Trescientos sesenta y seis lunes”, “La soledad de las ballenas”, “Tranki pap@s”, “y “Rompeolas”.
Acaba de publicar su última novela “Tres minutos de color”, un trabajo para el cual ha necesitado siete años para poder terminar y que gracias a la editorial Alrevés ha visto la luz.
Se trata de una historia donde se mezcla el género policíaco con el paranormal o fantástico y basada en las llamadas experiencias cercanas a la muerte. La idea inicial de esta novela en palabras del autor, arranca una noche gélida a escasos kilómetros de Sarajevo, (Bosnia), donde en compañía de una intérprete lugareña tuvo que enfrentarse a la desolación que supone toparse con una fosa común.
Puedes visitar la web oficial de Pere Cerevantes y conocer más detalles sobre su obra.
ARGUMENTO TRES MINUTOS DE COLOR
En “Tres minutos de color” la estéril lucha contra el tiempo y la muerte cobra un significado muy distinto.
Coque Brox, el protagonista de la historia, es un inspector de policía de mediana edad, separado, parco en palabras, amante de todo aquello que conserve su esencia y acromatópsico, o lo que es lo mismo, percibe la vida en blanco y negro. Herido de por vida tras sufrir una pérdida irreparable, solo le alienta la lucha por recuperar el cariño de su hija adolescente.
En una Barcelona en caída libre, cuyos locales de diseño no logran acallar la apremiante nostalgia de sus habitantes, investigará la violenta desaparición de Palma, amigo y compañero de profesión..
Durante el tiempo que duren las pesquisas se las verá y deseará para mantener engañado a un suspicaz comisario que no lo quiere en la investigación, sufrirá los persistentes intentos de suicidio de su exmujer, y conocerá muy de cerca qué es una ECM (experiencia cercana a la muerte).
Lejos de las clásicas novelas de procedimiento policial, el inspector Coque Brox se verá obligado a visitar un terreno verdaderamente desconocido para él y para el resto de los mortales.
Lo que un descreído como él nunca imaginaría es que hay lugares sobrenaturales que albergan la verdad, aunque el camino que conduce a ellos todavía siga siendo un misterio. Y como dijo Jorge Luís Borges: «Lo sobrenatural, si ocurre dos veces, deja de ser aterrador».
El color más probable de las cosas explora una cuestión para todos inevitable: ¿qué hay después de la muerte? No es una novela escrita solo para que te guste, sí lo es para que te estremezca, te haga dudar y reflexiones.
La densidad psicológica de los distintos personajes que la integran servirán de contrapunto a una trama policial hasta la fecha inédita.